DROGAS Y ALCOHOL

Asegurarte de que tu hijo adolescente se mantiene sano incluye protegerle de las drogas y el alcohol. El cerebro de los adolescentes aún se está desarrollando y seguirá haciéndolo hasta mediados de los 20 años o más tarde, sobre todo las partes que gestionan la toma de decisiones y el control de los impulsos. El consumo de sustancias durante este periodo puede interferir negativamente en este desarrollo. Por ejemplo, retrasar el consumo de alcohol hasta los 21 años reduce el riesgo de desarrollar una adicción de 1 de cada 4 a 1 de cada 25. La tendencia nacional, incluso aquí en Hastings (ver Datos), muestra que el consumo de sustancias entre los adolescentes está disminuyendo. Aun así, los adolescentes pueden experimentar con el consumo de sustancias por varias razones, como la presión de sus compañeros, la curiosidad o para hacer frente al estrés. Además, las industrias del tabaco, el alcohol y la marihuana se dirigen a los adolescentes con influenciadores, envases de colores brillantes y sabores excitantes.

Conoce tus propios sentimientos: Antes de mantener una conversación con tu hijo, comprende tus propios sentimientos en torno al consumo de sustancias. Ponte de acuerdo con tu cónyuge/pareja: la ambigüedad abre la puerta a la confusión y la experimentación.

Tu pasado no es su presente: Los padres y cuidadores pueden esperar que las cosas vayan bien con respecto al consumo de sustancias debido a sus propias experiencias. Pero es importante reconocer que cada individuo tiene un conjunto único de características que afectan a la susceptibilidad al consumo de sustancias y a la adicción; los tipos, potencias y riesgos de las sustancias disponibles cambian a lo largo de los años; y muchas de las circunstancias sociales que contribuyen al riesgo de consumo de sustancias hoy en día son bastante diferentes de lo que eran en el pasado.

Establecer expectativas y límites: Una vez que conozcas tus propios límites, déjaselos claros a tu hijo. Es importante establecer expectativas, límites y consecuencias claros y coherentes desde el principio, antes de que tu hijo empiece a consumir. Igual de importante es elogiarle por cumplir esas expectativas. La investigación deja claro que, a pesar de las señales de los adolescentes de que quieren que les dejes en paz, los jóvenes señalan sistemáticamente a los padres como la influencia más importante en sus decisiones sobre el consumo de sustancias.

Comunícate: Mantener conversaciones frecuentes, abiertas, sin prejuicios y empáticas con tu hijo es la base de una crianza eficaz, independientemente de lo que estéis discutiendo. Hay que tener en cuenta que estas conversaciones suelen ser más eficaces cuando se escucha más que cuando se habla. Lo mejor es que te conviertas en la principal fuente de información sobre el consumo de sustancias, en lugar de sus amigos u otras fuentes menos fiables como las redes sociales o Internet.

Modelo: Las actitudes parentales muy permisivas respecto al consumo de sustancias, así como el consumo excesivo de alcohol o de cualquier droga por parte de los padres, están fuertemente asociadas a un consumo más frecuente y más intenso por parte de los adolescentes. Sé consciente de tus propios comportamientos y actitudes y de cómo afectan a tu hijo. Aunque lo que comunicamos verbalmente a los niños es extremadamente importante, posiblemente sea más importante lo que nos ven hacer.

Además de lo que puedes hacer, comprender el por qué, el quién, el dónde, el cuándo y el cómo te permite abrir la puerta a una comunicación eficaz con tus hijos.

POR QUÉ: Los chicos (como los adultos) eligen vapear, beber o consumir drogas no porque quieran hacer algo malo, sino por una razón práctica (por ejemplo, para ver qué se siente, para “divertirse”, para sentirse parte de un grupo o cultura, para escapar de los problemas). Consumir alcohol o drogas para sobrellevar la tristeza, el estrés o la ansiedad puede parecerle a tu hijo adolescente una vía de escape, pero no es una solución sana a largo plazo. Entender “por qué” un hijo quiere consumir te permite abrir la discusión y promover actividades alternativas más sanas que puedan ayudarle a alcanzar sentimientos u objetivos similares.

OMS: Uno de los predictores más potentes del consumo de sustancias es si una persona pasa tiempo con otras personas que consumen (incluidos amigos, hermanos y padres). Lo contrario ocurre con las personas que no vapean, beben ni consumen drogas.

DONDE: La disponibilidad impulsa el consumo de sustancias. Ya sea en casa o en una fiesta, si la nicotina, el alcohol o las drogas están accesibles, aumenta la probabilidad de consumo. Limita el acceso a todas las sustancias adictivas en tu casa y presta atención a los entornos donde están disponibles.

CUÁNDO: Independientemente de tus creencias sobre el consumo de sustancias, las pruebas son claras. Cuanto más retrasen los jóvenes el primer consumo, menos probabilidades tendrán de desarrollar problemas.

CÓMO: No se trata de una conversación de una sola vez. Adaptar tu comunicación a la etapa de desarrollo de tu hijo y a sus circunstancias sociales reales (por ejemplo, un estudiante de primer año frente a uno de último; acceso al alcohol frente a disponibilidad limitada) te permite mantener conversaciones más significativas y relevantes.

Consejo: Estar despierto cuando tus hijos lleguen a casa después de un acto social y mantener una conversación sobre sus experiencias -incluso una conversación que no tenga nada que ver con el alcohol o las drogas- es útil para mantener abiertas las líneas de comunicación, darles algo que recordar mientras están fuera y hacerles saber que estás ahí para ellos.

Además de estos factores más controlables, algunos adolescentes corren mayor riesgo debido a enfermedades mentales subyacentes o a antecedentes de consumo de sustancias en la familia. Comprender el temperamento de tu hijo (por ejemplo, arriesgado, socialmente ansioso, etc.) y otros factores de riesgo de consumo problemático puede ayudarte a mantener conversaciones útiles con él y a saber cuándo es mejor buscar ayuda externa.

RECURSOS ADICIONALES

Para más consejos sobre prevención e intervención (por ejemplo, guías sobre vaporización, cómo hablar de la marihuana), visita estos sitios:

Para hablar con un especialista en padres o cuidadores sobre el consumo de nicotina, alcohol o drogas de tu hijo, envía un SMS con tu pregunta al 55753 y un especialista se pondrá en contacto contigo en un plazo de 24-48 horas.

Para encontrar un terapeuta o apoyo al tratamiento en nuestra zona, ve a